En 2015, Desmus fue designado para diseñar un auditorio que atendería a diferentes tipos de invitados, incluido el protocolo VIP, como presidentes y ministros, así como personas normales.

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El desafío era que se debería establecer una diferencia de nivel entre los funcionarios gubernamentales y la gente normal, incluida la seguridad, la accesibilidad, la línea de visión y la privacidad cuando un evento lo exigiera, pero en días normales no debería haber diferencia con cualquier otro auditorio.
 
Después de una cuidadosa investigación y muchos estudios, a Desmus se le ocurrió una gran solución, The D-Corridor.
 
El corredor D es más profundo que el resto de las filas y se extiende desde el extremo izquierdo hasta el extremo derecho con las puertas de salida montadas y su nivel es el mismo que el nivel del escenario.